Este blog de Govert Westerveld, uno de los dos cronistas oficiales de la villa de Blanca (Murcia) describe la historia del Morisco Ricote, figura literaria del gran Miguel Cervantes de Saavedra. (blog for educational purposes).

lunes, 20 de julio de 2015

Protestas de los del Valle de Ricote

No sabemos lo que pasó en el caso de Blanca, pero felizmente este tema ha sido bien estudiado, en el caso de Abarán, por José David Molina Templado, el cual informa que entonces el Consejo de Estado vacila ante la duda que se le plantea. Desconoce la existencia de este colectivo y manda a que el corregidor de Murcia haga las pesquisas necesarias para averiguar el modo de vida de esta gente. El corregidor llama a unas personas de cierta relevancia, conocedoras de la vida de los mudéjares, y bajo juramento les toma declaración para saber de su religión y costumbres. En estas declaraciones Abarán pasa a un primer plano porque varios de los testigos han vivido temporadas más o menos largas en este lugar; tal es el caso de Fray Juan de Toro, que llevaba más de veintitrés años viniendo a predicar en las celebraciones de la Semana Santa; o de Francisco Pérez de Tudela, abogado y regidor de la ciudad de Murcia, que había estado aquí pasando sus apuntes -«porque después que vino de estudiar leyes fue a la dicha  villa de Abarán donde estuvo poco menos de dos años recogido pasando los libros de su facultad»-; o de otro Regidor, Francisco de Monreal que había pasado allí su niñez, mientras su padre, afamado pintor, decoraba el retablo de la Iglesia de San Pablo. Tanto estos testigos directos como el resto de los comparecientes, hablan muy bien de la integración a la religión y costumbres de los cuestionados mudéjares, incluso se permiten abundar en detalles mostrando interés en que sean tomados como cristianos viejos. El informe que envía el Corregidor tras las declaraciones obtenidas es determinante para que los moriscos del Valle de Ricote sean exceptuados del primer bando de expulsión [1].

De tal forma que tanto la Junta de Teólogos [2] como el Capitán General, don Luis Fajardo [3], conde de Salazar, propusieron aplazar la expulsión para los moriscos de Murcia. Puede ser que el Capitán General, Luis Fajardo, por motivos estratégicos prefería esperar un tiempo. Estimaba don Luis [4] que se había tratado a ellos siempre «como christianos viejos, assi en la lengua como en el traje y usso de las armas, acudiendo con ellas a los rebatos de los moros, frequentando las confessiones y comuniones, el fundar capellanía en las yglesias y haçer otras memorias de buenos christianos..”».

  El Conde de Salar (en traje negro)



No sabemos los motivos exactos, pero el caso es que el mismo conde quiso comprobar personalmente in situ las palabras del Corregidor y por eso estaba en Blanca el día de los Reyes en el año 1611. Comenta en un informe que vio acudir a los moriscos a la iglesia con devoción, pero sospechaba que ellos disimulaban y consideraba a Blanca, Ojós, Abarán y Ricote, como los cuatro peores sitios de los seis de la encomienda de Ricote. Decía que ellos no comían tocino y conservaban sus trajes antiguos y costumbres [5].

Algunos meses después, exactamente el 26 de abril de 1611, Don Luís Fajardo describió en una carta al Valle de Ricote como un sitio solitario [6] y muy fuerte, entre peñas. La decisión de la expulsión de los moriscos murcianos se toma en el Consejo de Estado el 30 de julio de 1611, pero dicha expulsión quedó en suspenso hasta la total expatriación de los granadinos. No por piedad, sino más bien por motivos de seguridad, al creerse que el Reino estaba superpoblado por la minoría morisca y que deseaban levantarse [7]. Entre tanto, se pidió más informes al Capitán General, Don Luis Fajardo.

El ocho de agosto del año 1611 el Rey [8] mandaba a Don Luis Fajardo a expulsar a los moriscos que quedaban en Murcia, entre ellos los del Valle de Ricote. Al parecer los moriscos del Valle de Ricote siguen preocupando a Luis Fajardo, porque en una carta del 15 de agosto dirigida al Rey, decía que los lugares del Valle de Ricote, así como Archena, podían dar problemas en el momento de efectuar la expulsión, puesto que el río está por allí muy fuerte y las pocas entradas que hay se pueden defender con muy pocas personas. Los muy pocos cristianos viejos que hay entre ellos tienen muchísimo miedo, porque los moriscos están diciendo que antes de salir de sus lugares, no dejarían a ninguno de ellos vivo y van a quemar todo [9]. El 8 de octubre de 1611 firmaba el Rey, Felipe III, la cédula ordenando [10] la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote, en vista de las acusaciones recibidas y el hecho de haber dado refugio a otros expulsados. Este Edicto fue publicado [11] formalmente en Murcia, el 10 de noviembre de 1611, por Don Luis Fajardo, Capitán General de la flota del Atlántico.

10.11.1611
Esta es una Cedula Real [12] que se Mando publicar acerca de la expulsión de los Moriscos antiguos deste Reyno en este mes de noviembre del Año de 1611.

    Señor,
Por qvanto por vna mi cedvla firmada de mi mano y rrefrendado (sic) de Andres de Prada ya difunto, mi secretario que fue destado, dada en Madrid a nueve de Diziembre del año passado de mil y seyscientos y nueve, mande publicar un bando para que de los Reynos de Granada y Murcia, y Andaluzia y de la villa de Hornachos se expeliessen todos los Christianos nuevos Moriscos que en ellos avia assi Hombres como Mugeres y Niños acepto los que fueren Esclauos por las causas y razones que se declaran en la dicha cedula (a que me refiero) y porque en la execucion del dicho bando se eceptuaron y reseruaron los Moriscos antiquos del Reino de Murcia que llaman Mudexares por entenderse que viuian Christiamente: y aora se a sauido por muy ciertas vias, que algunos dellos y particularmente los que residen en los lugares de Val de Ricote y otros questan separados de Christianos viejos proceden escandalosamente contra el seruicio de dios y mio y de los pocos Christianos viejos que abitan en los dichos lugares mostrando en todo su dañada intencion, E resuelto con acuerdo y parecer de mi Consejo de estado y de muchos doctos Hombres y de otras personas muy Christianas y prudentes de expeler del dicho Reino de Murcia todos los Christianos nuevos Moriscos aunque sean antiguos ansi Hombres como Mugeres y Niños que vuiere en los dichos lugares de Val de Ricote y otros que estan separados de Christianos viejos. Por tanto en virtud de la presente ordeno y mando que todos los Christianos nuevos Moriscos sin exceptar ninguno aunque sean antiguos que viuen y residen en los dichos lugares de Val de Ricote y otros que estan separados de Christianos viejos del dicho Reino de Murcia ansi Hombres como Mugeres de qualquier hedad que sean tanto los naturales dellos como los no naturales que en qualquier manera o por qualquier causa ayan venido y esten en los dichos lugares: excepto los que fueren esclavos, salgan dentro de treynta dias primeros siguientes que se cuenten desde el dia de la publicacion deste mi cedula, de todos estos mis Reinos y Señorios de España con sus Hijos y Hijas, Criados, Criadas, y Familiares de su nacion, ansi grandes como pequeños: y que no sean osados de tornar a ellos ni estar en ellos ni en parte alguna dellos de vivienda ni de passo ni en otra manera alguna. Y les prohibo que no puedan salir sino fuere por el puerto de la Ciudad de Carthagena ni entrar en ninguno de los otros mis Reinos: so pena que sino lo hizieren y cumplieren ansi y fueren hallados en los dichos mis Reinos y Señorios de (qualquier manera que sea) passado el dicho termino, incurriran en pena de Muerte y confiscacion de todos sus bienes, para el effecto que yo lo mandare aplicar: en las cuales penas incurran por el mismo hecho sin otro processo, ni sentencia, ni declaracion. Y mando y prohibo que ninguna persona de todos mis Reinos y Señorios estantes, y habitantes de qualquier calidad, estando preheminencia (sic) y condicion que sean no sean osados de recibir, ni receptar, ni acoger, ni defender publica ni secretamente morisco, ni morisca passado el dicho termino para siempre jamas en sus tierras ni en sus casas, ni en otra parte alguna; so pena de perdimiento de todos sus bienes Bassallos y Fortalezas y otros Heradamientos (sic). Y que Otrosi pierdan qualesquier mercedes que de mi tengan, aplicados para mi Camara y Fisco. Y aunque pudiera juntamente mandar Confiscar y aplicar a mi hazienda todos los bienes, muebles, y rayzes de los dichos Moriscos como bienes de prodictores de Crimen de lesa Magestad Divina y Humana toda via vsando de Clemencia con ellos, tengo por bien que los que llaman antiguos de los dichos lugares de Val de Ricote y otros que estan separados de Christianos viejos en el dicho Reino de Murcia puedan durante el dicho tiempo de treynta dias disponer de sus bienes, rayzes, muebles, y semouientes  y llevar consigo lo procedido dellos dexando para mi Real hazienda la mitad de lo que sacaren en poder de la persona que esta nombrada para recibirlo en el dicho Reyno de de Murcia. Y declaro que los Moriscos que no fueren antigos, no puedan disponer sino solo de los muebles y semouientes, cuyo procedido podran tambien lleuar consigo dexando la mitad dello para mi Real hazienda con todos los bienes rayzes que tuvieren. Y mando a las Justicias destos dichos Reinos y a los mis Capitanes Generales de Galeras, y Armadas de alto bordo que hagan guardar y cumplir todo lo susodicho, y no solo no vayan contra ello pero den para su buena y breve execucion todo el favor  y ayuda que fuere menester so pena de priuacion de sus officios y confiscacion de todos sus bienes; y que esta mi Cedula y lo en ella contenido se pregone publicamente para que venga a noticia de todos y ninguno puede pretender ignorancia. Y cometo y mando en virtud de la presente a Don Luis Faxardo Comendador del Moral de la Orden de Calatrava mi Capitan general de la Armada y Exercito del Mar Occeano que haga cumplir y executar todo lo susodicho: y a las dichas Justicias y otras qualesquier personas, que no solo no se lo impidan ni se entrometan en ello, pero antes le den el favor y assistencia que fuere necessario, y les pidiere, porque ansi conviene a mi seruicio, y es mi voluntad, que para esto, cada cosa y parte dello, doy al dicho Don Luis tan cumplido poder y facultad como se require. Dada en San Lorenço a ocho de Octubre de Mill y Seyscientos y Onze años. Yo el Rey.- Antonio de Arostegui.=§

En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Murcia en las plaças del Mercado y de Santa Catalina y puerta (sic) los Bidrieros della, a diez dias del mes de noviembre de Mill y Seyscienos y Once Años a son de Caxas de Guerra y boz de Pregonero Publico por ante mi el Escrivano juso escripto se pregono el Bando y Cedula Real desta otra parte. Por mandado de su Señoria Don Luis Faxardo Comendador del Moral Capitan General de la Real Armada y Exercito del Mar Occeano, a cuyo cargo esta la expulsion de los Moriscos, cumplimiento, y execucion del dicho Real Bando por su Magestad. A lo qual se hallo presente mucha gente de que doy fe. Pedro Suarez, Escrivano.= §

Yo Pedro Suarez Escrivano del Rei Nuestro Señor, Publico del Numero y Juzgado de Murcia, de la Guerra, y Adelantamiento deste Reino, y de la Comission de su Señoria Don Luis Faxardo Capitan General, hize sacar este traslado de su original, con el qual concuerda y a el me refiero. En la Ciudad de Murcia a diez dias del mes de Noviembre de Mill Seyscientos y Onze Años. Siendo testigos Pedro Ortiz de Velasco y Francisco Martinez Ballejo, y Antono Marin  Vezinos de Murcia y lo signe.


El Capitán General de la flota del Atlántico no lo pudo hacer público antes, puesto que se encontraba en Lorca y recibió con retraso la orden. El edicto era confuso en la redacción y Don Luís Fajardo comunicaba lo mismo al rey el día 11 de noviembre de 1611. El fray Luís Fajardo [13] fue objeto de una alusión malintencionada por parte del Cardenal de Toledo, Bernardo de Sandoval y Rojas, acusando a aquél, conde de Salazar, en la sesión de 20 de agosto de 1611. Pero el duque del Infantado, Juan Hurtado de Mendoza de la Vega y Luna, tomó su defensa y expuso que era demasiado tarde para dirigirse a otra persona. Esto prueba otra vez  que obstinadas eran algunas autoridades eclesiásticas.

Los moriscos del Valle ahora sí estaban muy preocupados y desesperados, pero no se rindieron y buscaron las personas con la influencia necesaria  y en este sentido tuvieron un gran apoyo de las autoridades civiles y eclesiásticas de Murcia, que no aceptaron la orden y clamaban a favor de esta minoría, ya que ellos vivían y se comportaba como cristianos antiguos. Por otro lado presentaron al Rey un escrito donde pidieron ante todo clemencia [14], documento precioso que reflejamos a continuación, puesto que cuenta principalmente la historia de los moriscos del Valle y su fidelidad a la corona.

1611
Petición de clemencia por los vecinos del Valle de Ricote para que el Rey suspenda los efectos del Bando de expulsión decretadas contra ellos. 

Clemencia, virtud propia de Principes, que mas en vuestra Magestad que en todos los del mudo respladãdeze, anima a el Valdericote (que mas propiamente en esta ocasión se puede dezir de lagrimas) y sus confortes, para con ellas, postrados a vuestros Reales pies, suplicar a vuestra Magestad les mire con su Real piedad y clemencia, en la presente expulsion de sus personas que hazar se pretende: y que antes y primero seã oydos en justicia q para que ansi vuestras Magestad tenga por bien de lo proveer representan las causas siguientes:
1.    Primeramente, Señor, los naturales de aquel Valdericote comprehendido, y otros pueblos antiguos en el Reyno de Murcia, ha mas de trescientos y setenta años que voluntariamente se entregaron al Señor Rey don Fernando el Santo, llamando al Infante don Alfonso su hijo predecessores de vuestra Magestad. Una de las condiciones con que fueron recibidos en la proteccion de los Señores Reyes de Castilla fue, auian de ser defendidos de toda fuerça y agrauio assi domestico como de fuera. Toca a vuestra Magestad ver en justicia no reciban agrauio en la dicha expulsion, y defenderlos, y ampararlos en sus casas. Pues voluntariamente se entregaron a la vuestra Corona Real, debaxo la dicha condicion y proteccion.
2.    Toca la Santa fee Catolica, y a vuestra Corona Real de quien vuestra Magestad es defensor, no sean expelidos los que assi voluntarimente se entraron, y la recibieron, como ni pueden ser expelidos los que de su voluntad se vinieron a convertir a nuestra Santa fee Catolica. Que si los Granadinos los fueron, quando no huuiera contra ellos las causas iustas de sus expulsion, en fin fueron por armas rendidos, y a estos y sus descendientes enseña la predencia deuer siempre ser tenidos por sospechosos. Mas los del Reyno de Murcia ansi voluntarios corre diferente razon, cuya christianidad y lealtad antigua los assegura en vuestro Real seruicio. Y ansi a Murcia cabeça de aquel Reyno de que participan los habitantes en el le fueron dados titulos honrosos por los Señores Reyes predecessores de vuestra Magestad, como son de muy noble, y muy leal, como es notario. En tanto que el señor Rey don Alfonso el onzeno de gloriosa memoria mando por su testamento que sus entrañas fuessen enterradas en la dicha ciudad, como lo estan en recambio de la lealtad y amor con que le seruieron y suelen y acostumbran seruir a sus Reyes y señores naturales, como lo es vuestra Magestad, todos los de aquel Reyno.
3.    Han lo mostrado en todas las ocasiones que se ofrecieron en todo el discurso del dicho tiempo, en especial a los señores Reyes Catolicos en la conquista de Granada, y ultimamente en la rebelion della, y antes en las comunidades con tanto animo, que fueron de los primeros en el seruicio de la corona Real, hasta que dieron con el Marques de los Velez, vuestro Adelantado y Capitan general, aquella rota muy nombrada de Origuela contra los comuneros. En la frontera han hecho lo mismo fielmente contra los Moros de Berberia que la molestauan, diuersas vezes, captiuandoles y haziendo temer vuestros Reales pendones. Y quando captiuos en Argel y otras partes de infieles, ni porque los dadiuassen, ni porque los engãchassen hasta morir se apartaron jamas de la Santa fee Catolica: antes en ella an viuido, viuen, y mueren de buena voluntad. Y de presente tiene vuestra Magestad muchos soldados en Italia, Flandes y otras partes. Capitanes, Maeses de Campo, como don Juan Carillo, Mateo Serrano, Diego de Molina. Y Tomas de Bobadilla, en la de los Gelues defendio el Estandarte Real y Imperial quitandosele a los enemigos.

4.             Señor, no son los naturales de aquel Valle y Pueblos puramente descendientes de moros, como sin razon se tiene por opinion, y sera posible auer informado a vuestra Magestad, fueron poblaciones de Godos, auiendo en ellas antiguamente al principio predicando la Santa fee Catolica San Eufrasio discipulo del bienaventurado Santiago patron de España. En esta entrando los Moros Africanos se quedaron unos, y otros rebueltos por la necesidad extrema de los tiempos, arma poderosa y fortisima. Despues predico San Vicente Ferrer, reformando las costumbres y sustentando la fee que en aquellas poblaciones de tã antiguo se sembro, y retuuo entre los naturales, entre las mismas armas Africanas, teniendo siempre amor y lealtad a los Reyes Catolicos, no retirandose, si amparando la tierra, hasta la ocasiones de la dicha entrega. Edificando templos, dotandoles, sustentando Sacerdotes, y porque el suelo es misero, trayendo de afuera Religosos de San Francisco y otras ordenes a su costa, para que les declarassen el Santo Euangelio, establenciendo Cofradias de nuestra Señora y otras que se celebran con mucha deuocion y regozijo.

5.    Con lo dicho han procurado ingerirse entre los limpios Christianos viejos, como son ya casi todos los habitantes alli, y por tales poderse contar, pues en tanto tiempo de trecientos y setenta años assentados y alistados vaxo el Estandarte de Iesuchristo y vuestro, jamas han buelto el pie atrás, ha auido y ay Religiosos, Confessores, Predicadores, y Salido buenos Christianos. Han fundado Capellanias, memorias pias, Hospitales. Y del Alcantarilla vn natural que es tenido por Santo en la ciudad de Gandia, esto en lo esterior es argumento  euidente en el fuero interior, que la Santa Inquision, grande atalaya de la fee, que sobre ellos hã tenido en que entender con sus personas, por su firmeza en la fee, como emanada y plantada de dichos Santos, por la grã misericordia de Dios en coraçones leales por naturaleza.

Suplican humilmente a vuestra Magestad, por la Passion toda de nuestro Redemptor Iesuchristo les mire con ojos de clemencia, y les ampara, mandando suspender los efetos del bando de expulsion contra ellos publicado, y no padezcan los inocentes, que en ello seran Dios, y vuestra Magestad bien seruidos, y ellos recibirã vna grande y señalada merced, que por tal en esto caso sera tenida en el mundo, y la esperan con lagrymas, disciplinas, y publicas processiones, y rogatiuas a Dios nuestro Señor, y a la Sacratisima Virgen, y a los Santos de la mano clementissima de vuestra Magestad.


Notas

[1]  MOLINA TEMPLANO, José David (1996). 1 Curso “Abarán: Acercamiento a una realidad”, págs. 25-26
[2]  BORONAT Y BARRACHINA, Pascual (1901). Los moriscos españoles y su expulsión. Estudio histórico crítico, 2 vols.  Valencia, II, pág. 284
[3]  LAPEYRE, Henri (1986). Geografía de la España morisca. Diputación Provincial de Valencia. pág. 235
[4] VILAR, Juan Bautista (1994). La expulsión de los moriscos del reino de Murcia. Sus efectos demográficos y económicos sobre la región de origen L’expulsió dels moriscos. Conseqüències en el món islámic i el món cristià. Congrés Internacional 380è aniversari de l’expulsió dels moriscos. Generalidad de Catalunya, Barcelona. Págs. 86-95. Cita en pág. 88
[5]  Archivo General de Simancas, Estado, legajo 229 -  9.1.1611
Don Luis Fajardo,  en su informe del día 9 de enero de 1611, dice entre otras cosas: “En lo demás veo confusión y que se tiene por lo menos seguro. Lo del valle de Ricote, Archena, Socobos, Ceuti y Lorqui y de estos por lo peor cuatro lugares de los seis de la encomienda de Ricote y que son: Ojós, Blanca, Abarán y Ricote porque aunque también hay entre ellos algunos clérigos andaban muy mezclados con los de Valencia y se casaban unos con otros; no comen tocino; conservan sus antiguos trajes y costumbres y se dice públicamente que algunos curas han murmurado que nunca les confiesan pecados, aunque yo estuve en Blanca el día de Reyes
y les vi acudir a la iglesia con devoción, que es cuanto e podido averiguar. Sospecha tengo que muy pocos han dejado de vivir en lo pasado como moros de sus puertas adentro, aunque algunos lo disimulaban más que otros”
[6] Archivo General de Simancas, Estado, legajo 235.
[7] HERNANDEZ FRANCO, Juan (1981). Aproximación a la Historia de la minoría morisca en el Reino de Murcia durante la Edad Moderna (1501-1614). Anales de la Universidad de Murcia. Vol. XL, nº 3-4, pág. 80
[8] Archivo Municipal de Murcia - Almudi, Legajo 11, Nº 62
[9] Archivo General de Simancas, Estado, legajo 235 – 15.8.1611 
[10] LAPEYRE, Henri  (1986). Geografía de la España morisca. Diputación Provincial de Valencia. p. 237
[11] Archivo General de Simancas, Secretario de Estado, Legajo 165
[12] Archivo General de Simancas, Secretario de Estado, Legajo 165.
[13] LAPEYRE, Henri (1986). Geografía de la España morisca. Diputación Provincial de Valencia. p.ág. 236. Según Lapeyre el cardenal de Toledo destacó el hecho de que Luis Fajardo, era tio del marqués de los Vélez, titular de la encomiendo del valle de Ricote, hecho que no hemos podido confirmar.
[14] Archivo Municipal de Murcia, Signatura 12-C-16
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BIOGRAFÍA

Para parte de mi biografía, haga click en los siguientes enlaces:



In: Cronistas Oficiales de la Región de Murcia


In: Ayuntamiento de Blanca (Murcia)


In: Real Asociación de Cronistas Oficiales

Sobre mí

Govert Westerveld, autor de más de 74 libros, ha sido investigador de mercados extranjeros para nuevos productos, innovador de nuevas aplicaciones de productos existentes y director de marketing y ventas para el mercado extranjero. Actualmente es Historiador, Investigador y Cronista Oficial de la villa de Blanca (Murcia), Académico de la Real Academia de Alfonso X el Sabio en Murcia. Miembro de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. También Miembro de la Asociación Internacional de Hispanistas y miembro de la Asociación de Hispanistas del Benelux, así como Historiador Oficial de la Federación Mundial del Juego de Damas, y Miembro de la Comisión de Historia de la Federación Española de Ajedrez.

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Castillo de Blanca

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Después de la experiencia de Barataria, Sancho Panza se ha vuelto verdadero protagonista: ello y las adversidades sufridas han moldeado su personalidad, así que aun más resulta personaje de vital importancia a la trama. Durante el viaje en busca de don Quijote, encuentra a un grupo de peregrinos alemanes, entre los cuales, disfrazado también de peregrino, anda un viejo amigo suyo, el tendero Ricote, que, como todos los españoles moriscos, ha sufrido el destierro impuesto por el rey Felipe III. El alma del exiliado se abre a la vista de una cara amiga. El regreso del morisco sorprende e inquieta a Sancho, preocupado por la misma incolumidad de su antiguo vecino y amigo.

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