Este blog de Govert Westerveld, uno de los dos cronistas oficiales de la villa de Blanca (Murcia) describe la historia del Morisco Ricote, figura literaria del gran Miguel Cervantes de Saavedra. (blog for educational purposes).

miércoles, 29 de julio de 2015

Ayuda de los responsables eclesiásticos, autoridades y regidores de Murcia


Al principio de este libro ya se mencionó el trabajo inicial del cronista de Abarán, José David Molina Templado. Pues en el año 2000 hizo otro estudio [1], francamente importante, sobre la ayuda que recibieron los moriscos del Valle por parte de los responsables eclesiásticos y otros influyentes personajes en Murcia. De las muchas pruebas, a través de la trascripción de múltiples documentes que aporta dicho cronista en su excelente estudio, he elegido algunas, aumentando el texto donde sea aplicable, con datos sobre Blanca [2]. ¡Todos estos informes estaban a favor de la permanencia de los moriscos en el Valle de Ricote!

Andrés de Cisneros, secretario del Santo Oficio de la Inquisición.
……….. sabe el testigo que tienen fundadas cofradías con jubileos que los mismos naturales han procurado ganar y han ganado como son la dicha villa de Abarán que tiene la cofradía de la Madre de Dios por el mes de septiembre y del Santísimo Sacramento y del Rosario y otra de San Cosme y San Damián y para todos estos días tienen ganados jubileos los dichos vecinos y naturales de la dicha villa y de ellos fue clérigo Juan Yelo y fue cura así mismo de la dicha villa y otro de ellos fue fraile del Carmen que fue Ginés Gómez y han salido de los dichos vecinos y naturales de la dicha villa muchos soldados para Flandes tienen muchas memorias de misas perpetuas para casi todo el año. Y la villa de Blanca tiene cofradía del Rosario y de señora Santana y de san Antón y también tienen ganado jubileo para los dichos días y para el día de nuestra señora de la Concepción y de señor san Joan. Y ay más de cien misas perpetuas/ y otra memorias para ayuda a casar huérfanas, dexadas por los vecinos y naturales de la dicha villa. Y fue frayle de san Francisco Joan Pascual, que era natural del dicho lugar, del qual es público y notorio que an salido muchos a servir a Su Majestad por soldados y han servido en los estados de Flandes y otras partes, y que an dado grandes muestras? de sus personas procurando acudir a la defensa de la Cristiandad y servicio de Su Majestad. Y como tal secretario del dicho Santo Oficio saue … persona en la dicha villa … de encomendar un… Santo Oficio negocios… de prisión de herexes… de mucha consideración y de todo dio muy…de que este testigo… noticia cierta (sigue con la villa de Ricote y con que:)…………. es muy público y notorio que Tomas de Bobadilla que fue natural de ella estando cautivo en Argel se alzó con una galera de moros y vino con ella a España y trajo un estandarte del rey de Argel y lo entregó en Madrid al rey Don Felipe nuestro Señor el segundo y le hizo merced y le dio en Nápoles treinta ducados de plaza muerta……. (sigue con Ojós, Villanueva y Ulea; participación en el aplacamiento de Orihuela y en la guerra de los moriscos de Granada “y al socorro desta ciudad quando la quisieron saquear los alemanes”…)……y sabe que del dicho tiempo de mas de cuarenta años a esta parte en ninguna de las dichas villas no ha habido ningún penitenciado por el Santo Oficio de la Inquisición…… (tiene 60 años).

Doctor Francisco Pérez de Tudela, abogado y regidor.
Afirma que en las localidades de moriscos del reino en las que ha estado (que relacionado, diciendo a que tipo de jurisdicción pertenecen cada una) hay –no se lee bien- hasta 2.400 casas “……ha tratado con ellos de treinta y ocho años a esta parte poco mas o menos porque después que vino de estudiar leyes fue a  la dicha villa de Abarán donde estuvo poco menos de dos años recogido pasando los libros de su facultad y muy en particular fue notando las costumbres de los vecinos del dicho Valle de Ricote y entendí y siempre ha entendido que los vecinos del dicho Valle donde por estar cerca la dicha villa de Abarán acudía algunas fiestas de las demás villas del dicho valle y vio que con atención oían misa y sermón y tomaba bulas de la Santa Cruzada y entre ellos conoció a sacerdotes de la misma nación y alcaldes ordinarios regidores y escribanos y por muchos papeles que ha visto de testamentos como abogado tienen fundados muchos aniversarios y memorias de misas y tienen Cofradías del Santísimo Sacramento y de nuestra Señora del rosario y otras y han llevado siempre armas y acudido a los arrebatos que se han ofrecido a la costa de Cartagena contra los moros piratas ha visto que con soldados de la milicia y se precian de cristianos viejos y la lengua y traje que siempre han llevado y han hablado es de cristianos viejos y se precisan tanto de cristianos viejos que si alguno les acierta a llamar a alguno de ellos moro o morisco se ofenden en tanta manera que sobre ello han tenido grandes pesadumbres y pleitos contra los que así los han llamado y ha visto casados muchos cristianos viejos entre ellos y lo mismo dice este testigo y afirma de las demás villas y lugares de suso referidas por haberlo visto por haber estado algunas veces en los dichos pueblos y haber tratado con ellos muy de ordinario por haber venido a esta ciudad muchos de los dichos vecinos a tomar parecer con este testigo como abogado que ha sido y es y se acuerda que un fulano Ayala de Oxox estuvo cautivo en tierra de turcos y de cerca de Constantinopla supo por caso que se alzó con una galera de turcos y sacó muchos cristianos que estaban cautivos y los libró y el Rey nuestro Señor Don Felipe segundo de gloriosa memoria le hizo ciertas mercedes por ello y que ha visto que han aborrecido y aborrecen mucho a los moriscos granadinos y ha oído decir este testigo a doña Teresa Marín madre de este testigo que era de la villa de Cieza que esta junto a la dicha villa de Ricote que se convirtieron todos los vecinos de los dichos pueblos mas hace de cien años de su misma voluntad y que siempre probaron muy bien y que han sido siempre muy queridos por todos los cristianos viejos de este reino de Murcia por haber permanecido en nuestra Santa Fe Católica y que ha oído decir a algunos soldados que se hallaron muchos de los vecinos del Valle de Ricote por soldados contra los moriscos revelados y que se fiaban de ellos por verlos servir a su Majestad con los demás cristianos viejos…….. (más de 62 años)
 
 Palacio de la Inquisición en Murcia
Con todos estos documentos de Molina Templado se demuestra claramente que las autoridades de Murcia estaban a favor de la permanencia de los moriscos. Quiero hacer hincapié sobre aquello, porque he hecho todo lo posible en mi investigación para encontrar documentos que probaran lo contrario, es decir que las autoridades murcianas fueran responsables también de la expulsión. No los he hallado y las autoridades murcianas cumplieron las instrucciones del rey solo al final cuando cualquier protesta al rey ya fuera inútil. En ningún momento la idea de la expulsión vino por parte de ellos y tampoco los pueblos en el reino de Murcia desearon la expulsión de los moriscos.  Repito aquí las palabras razonables de Antonio Domínguez Ortiz y Bernard Vincent [3]: «La expulsión de la minoría no era un hecho inevitable, no era una exigencia de la mayoría cristiana. Fue una medida impuesta desde arriba y aceptada sin entusiasmo; incluso, no pocas veces, con cierta resistencia pasiva.» Digo todo aquello, porque la ironía quiere que Dr. Bernard Vincent [4], Jefe de Estudios de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París ahora se separe de las posturas mantenidas por él mismo en 1978 y por la de Francisco Márquez Villanueva y Juan Goytisolo, así como de otros investigadores que comparten sus tesis respecto de que la expulsión de los moriscos en 1609 estaba en contradicción con los deseos de la sociedad de la época. El investigador francés asegura que el voluntarismo de Márquez Villanueva y Goytisolo falta a la realidad:

Quieren pensar  que la medida de la expulsión de los moriscos de España en 1609 estaba en total contradicción con los deseos de la sociedad de la época, tanto cristiana vieja como morisca, lo que lleva a la tesis poco convincente de un diktat de una archiminoría de individuos, encabezados por el duque de Lerma. El valido habría actuado como en el teatro, a la manera de un deux ex machina. El alegato apasionado y apasionante de Francisco Márquez Villanueva está impregnado de un sentimiento angelical y menosprecia el recelo hacia el morisco del siglo XVI, ciertamente diferente del racismo que conocemos hoy en día, pero bien activo, ya que descansa en fuertes representaciones del otro, hostiles y operativas.

Trabajar con documentos oficiales, siempre vinculados al gobierno, tienen el riesgo de que uno no se da cuenta de la realidad de las cosas en los pueblos y regiones. Para mí la historia oficial no vale, hay que tener los documentos locales y privados; ver sus testamentos, ver sus libros parroquiales, etc. Solamente entonces uno se da cuenta de cómo era la convivencia de estos moriscos en el pasado con los cristianos. Creo que el pueblo no quiso la expulsión de los moriscos y si hubiera personas que la querían era siempre una minoría como estos fanáticos clérigos que en vez de predicar el “Dios de amor” hacían la vida imposible al prójimo, ayudándose con las amenazas de la Santa Inquisición. 

Gregorio Colás Latorre opina sobre los documentos oficiales lo siguiente:

Una parte de la historiografía ha sido víctima de un craso error. Ha otorgado a los papeles estatales e inquisitoriales una credibilidad que nunca debió conceder. Como toda documentación política, la del Consejo de Estado responde, ante todo, a unos determinados intereses, en este caso a los de la monarquía hispana del Quinientos. En ningún momento pretende ser testigo o dar testimonio de la realidad de su tiempo. La Inquisición por su parte, necesita herejes para sobrevivir además de conseguir las confesiones de sus víctimas, si es preciso, mediante tortura. Y siempre queda la duda, que nunca parece haberse planteado en el caso concreto de los moriscos, de la validez de un testimonio conseguido por la violencia [5].

La voz de los mudéjares y de los nuevos cristianos, que tantas veces ha sido reclamada por los historiadores, se encuentra, sobre todo, en la historia local. El mudéjar y, más tarde, el morisco no se expresa a través de los medios de comunicación de la época sino por medio de sus hechos, que se encuentran recogidos en los viejos y polvorientos papeles de los archivos señoriales, municipales y notariales. En estas fuentes podemos encontrar una dimensión de su vida distinta de la contada hasta ahora por la historiografía dominante, que ha limitado prácticamente el problema morisco a la cuestión religioso-política [6].

Santiago La Parra López [7] opina que  los moriscos en el plano local y cotidiano nos proporciona «muchos más rasgos de una verdadera convivencia o, si se prefiere más matizadamente, al menos de una coexistencia pacífica» y dice además:

La vida cotidiana de los moriscos, el día a día (que, al cabo es lo que importa) lo hallamos en los pleitos, fuentes municipales y parroquiales, protocolos notariales, los papeles de la Inquisición (visitas, cuadernos de confesores, procesos, también de las relaciones de causas de fe) [.....] y es mucho todavía el camino que queda por recorrer en este sentido [8].

Las investigaciones del hispanista Trevor J. Dadson [9] desvelan claramente que este hispanista tampoco puede confirmar la tesis de Bernard Vincent. Veamos lo que es la conclusión de Dadson, una vez investigada la documentación a fondo de los moriscos de Villarubia:

La documentación que hemos leido, estudiado y utilizado también revela las personalidades de la expulsión. No son documentos secos ni meros conductores de información y hechos. Del tono en que están escritos se descubre la voz del escritor: del político frustrado, del oficial menospreciado o sobrecargado de responsabilidades, del destinatario enfadado. Ni siquiera hay que leer entre líneas, como se dice, para apreciar estas voces: en documento tras documento saltan a la vista, y son lo que da vida a la historia de la expulsión, lo que la saca del mero relato de los hechos para convertirla en apasionada, viva, contemporánea y relevante. Es imposible que quien hay leído esta documentación no se haya dado cuenta de las tensiones que afloraban en todo momento de la exulsión, la voces de palomas y halcones, las dudas de consejeros, los consejos y avisos de oficiales locales que conocían mejor que sus jefes en Madrid la realidad de la situación. Con el descubrimiento de la documentación privada del conde de Salinas hemos tenido también el privilegio de verlo todo desde el otro lado del espejo, por decirlo así. No hemos tenido que constreñirnos a los documentos oficiales solamente, hemos podido comparar  lo público y lo privado, ponerlos lado a lado y analizar el resultado. Restringirnos solamente a la documentación oficial sería como pretender hoy día escribir la historia política de los últimos diez años basándonos únicamente en el Boletín Oficial del Estado, los telediarios de la televisión estatatal/gubernamental y la prensa afín al gobierno. [.....] Creemos que las acciones de los villarrubieros, tanto cristianos viejos como cristianos nuevos, durante y después de la expulsión merecen los más encendidos elogios, como también el ambiente de coexistencia y convivencia apacibles que supieron crear aun dentro de unas condiciones más que negativas. Los villarrubieros de hoy pueden sentirse orgullosos de sus antepasados, gente que demostró que sí que era posible vivir en paz con sus vecinos, de la raza y etnia que fuesen, e intentar crear una sociedad plural en la que cabían todos. En nuestros días en los que la hostilidad y odio raciales han vuelto a aflorar en diveras partes de Europa y  en que de nuevo se ha vuelto a hablar de  «limpieza étnica», la honrosa excepción de Villarrubia (y de otros pueblos que esperan a alguien que los estudie) no puede menos que devolvernos cierta fe y esperanza en el ser humano.

Ya que estamos analizando las diversas opiniones sobre la convivencia de los moriscos con sus vecinos cristianos tampoco puede faltar aquí el comentario del arabista Álvaro Galmés  de Fuentes (1924-2004) que dice, entre otras cosas sobre la obra de Francisco Márquez Villanueva, tajantemente [10]:

Ante todo – que quede muy claro – , creo firmemente que nunca los moriscos, como grupo social –prescindiendo naturalmente de individuos–, estuvieron en trance de asimilación.

Según mi criterio, el tema morisco es mucho más complejo de lo que pensamos y una vez más, hay que apuntar el peligro de las generalizaciones. Esta opinión generalizada de Galmés contrasta con la del Profesor de Harvard que antes de indicar su opinión había reflejado la manifestación de Domínguez Ortíz sobre la situación en el Valle de Ricote:

En un medio más abierto y tolerante la asimilación de los moriscos se hubiera operado gradualmente. De hecho se estaba ya verificando en los mudéjares de Castilla, los morisco de Andalucía y los casi totalmente cristianizados del valle de Ricote, en Murcia [11].

[.....] El islamismo de los moriscos estaba sometido a inexorable desgaste y con frecuencia no iba más allá de la abstencion de carnes porcinas y las degeneraciones supersticiosas tan ampliamente acogidas en la biblioteca aljamiada. Aislado y carente de jefatura intelectual, el Islam español se hallaba herido de muerte [12].


Tanto Bernard Vincent como el arabista Álvaro Galmés de Fuentes no hablan media palabra sobre la situación del Valle de Ricote y tampoco sobre la situación de los moriscos del reino de Murcia. Ambos generalizan que es muy peligroso, porque todos los moriscos estaban en una fase de asimilación en el siglo XVII. ¿No podría ser que los moriscos de los territorios en manos de la Orden de Santiago fueron mejor asimilados que los moriscos en otras manos?  Está claro que estas fases de asimilación eran muy diferentes entre las distintas regiones moriscas en España. En Valencia, por ejemplo, la asimilación era mucho peor que en la región de Murcia. En Orihuela, una villa a unos 60 km del Valle de Ricote, hubo Alfaquíes [13]. Estos sacerdotes musulmanes no tuvieron el Valle de Ricote en el siglo XVI. Me parece que sobre este tema aún no se ha dicho la última palabra, puesto que ahora con el nuevo libro del hispanista Dadson sobre Villarrubia (y otros estudios locales en el futuro de los moriscos), me parece que la tesis tanto de Bernard Vincent como Galmés de Fuentes van a hacer agua.

Hay diferencias entre las varias regiones en lo que se refiere a las costumbres de los moriscos. Una prueba en este sentido es la de Pedro Longás. Cuando llega a una conclusión [14] no menciona a los moriscos murcianos siquiera:

La persistencia de los moriscos, tanto granadinos como valencianos y aragoneses en las prácticas musulmanes...., no obstante las disposiciones restrictivas de libertad, adoptadas por reyes y prelados, y la función fiscalizadora del Santo Oficio.







Notas

[1] MOLINA TEMPLADO, José David  (2001). 1613: Controversi e ineficacia de la expulsión mudéjar. En: IV Curso Abarán: acercamiento a una realidad. Del 4 al 12 de Mayo de 2000. Pág. 7-28
[2] AGS, Estado, legajo 227 - 1610, abril, 10. Murcia.
[3]  DOMÍNGUEZ ORTIZ, Antonio y VINCENT, Bernard (1993). Historia de los moriscos. Vida y tragedia de una minoría, Madrid, Alianza, 1993. Pág. 155
[4] VINCENT, Bernard (2006). El río morisco; traducción, Antonio Luis Cortés Peña. Universidad de Valencia, Granada y Zaragoza.
[5] COLÁS LATORRE, Gregorio. (1995). Los moriscos aragoneses: una definición más allá de la religión y la política. En: Sharque al-Andalus. Estudios Mudéjares y Moriscos, 1995, 12, págs. 147-161. Cita en pág.  148
[6] COLÁS LATORRE, Gregorio (2002).  Los moriscos de la Corona de Aragón: la conversión. En: Actas del VIII Simposio Internacional de Mudejarismo. De mudéjares a moriscos: una conversión forzada, 2 vols. Teruel, Centro de Estudios Mudájares/Instituto de Estudios Turolenses, 2002, vol. 2, págs. 783-796. Cita en pág. 790.  Citado por  DADSON, Trevor J. (2006). Los moriscos de Villarrubia de los Ojos (siglos XVIII). Historia de una minoria asimilada, expulsada y reintegrada. 1328 páginas.  Iberoamericana Vervuert.  Págs. 34-35
[7] LA PARRA LÓPEZ, Santiago (1997).  Los moriscos y moriscas de los Borja. En: Disidencias y exilios en la España Moderna. Actas de la IV Reunión Científica de la Asociación Española de Historia Moderna (Alicante, 27-30 de mayo de 1996), Alicante, CAM/Universidad de Alicante, págs. 435-446. Citado por DADSON, Trevor J. (2006). Los moriscos de Villarrubia de los Ojos (siglos XVIII). Historia de una minoria asimilada, expulsada y reintegrada. 1328 páginas.  Iberoamericana Vervuert.  Pág. 34
[8] LA PARRA LÓPEZ, Santiago (1992). Moros y cristianos en la vida cotidiana: ¿historia de una represión sistemática o de una convivencia frustrada). En: Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante, 1992, 11, págs. 143-174. Cita en pág.  164
[9] DADSON, Trevor J. (2006). Los moriscos de Villarrubia de los Ojos (siglos XVIII). Historia de una minoria asimilada, expulsada y reintegrada. 1328 páginas.  Iberoamericana Vervuert.  Págs. 33-36
[10] GALMÉS DE FUENTES, Álvaro (1993). Los moriscos (desde su misma orilla), Madrid. Pág. 124
[11] DOMÍNGUEZ ORTÍZ, Antonio (1962). Notas para una sociología de los Moriscos españoles," Miscelánea de estudios árabes y hebráicos (1962), 11, págs. 40-54. Cita en pág. 53. Citado por MÁRQUEZ VILLANUEVA, Francisco (1998). El problema morisco (Desde otras laderas). Ediciones Libertarias, Madrid. Pág. 135
[12]  MÁRQUEZ VILLANUEVA, Francisco (1998). El problema morisco (Desde otras laderas). Ediciones Libertarias, Madrid. Págs. 135-136
[13] MARTÍNEZ VALLS,  Joaquín (1986). Los alfaquíes del Obispado de Orihuela en  1587. En: Sharq al-Andalus, 1986-3. Págs.  95-101
[14] LONGÁS Y BARTIBÁS, Pedro, Présbitero (1998). La vida religiosa de los moriscos; estudio preliminar por Dario Cabanelas Rodríguez, Granada. Pág. 33. Citado por GALMÉS DE FUENTES, Álvaro (1993). Los moriscos (desde su misma orilla), Madrid. Pág. 105.
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BIOGRAFÍA

Para parte de mi biografía, haga click en los siguientes enlaces:



In: Cronistas Oficiales de la Región de Murcia


In: Ayuntamiento de Blanca (Murcia)


In: Real Asociación de Cronistas Oficiales

Sobre mí

Govert Westerveld, autor de más de 74 libros, ha sido investigador de mercados extranjeros para nuevos productos, innovador de nuevas aplicaciones de productos existentes y director de marketing y ventas para el mercado extranjero. Actualmente es Historiador, Investigador y Cronista Oficial de la villa de Blanca (Murcia), Académico de la Real Academia de Alfonso X el Sabio en Murcia. Miembro de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. También Miembro de la Asociación Internacional de Hispanistas y miembro de la Asociación de Hispanistas del Benelux, así como Historiador Oficial de la Federación Mundial del Juego de Damas, y Miembro de la Comisión de Historia de la Federación Española de Ajedrez.

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Castillo de Blanca

Castillo de Blanca
Después de la experiencia de Barataria, Sancho Panza se ha vuelto verdadero protagonista: ello y las adversidades sufridas han moldeado su personalidad, así que aun más resulta personaje de vital importancia a la trama. Durante el viaje en busca de don Quijote, encuentra a un grupo de peregrinos alemanes, entre los cuales, disfrazado también de peregrino, anda un viejo amigo suyo, el tendero Ricote, que, como todos los españoles moriscos, ha sufrido el destierro impuesto por el rey Felipe III. El alma del exiliado se abre a la vista de una cara amiga. El regreso del morisco sorprende e inquieta a Sancho, preocupado por la misma incolumidad de su antiguo vecino y amigo.

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